La herramienta historiográfica esencial creo que es más la lupa que el catalejo. No sé si es vocación rural o condicionamiento de fuentes, pero considero la microhistoria la escala adecuada para el ejercicio de la historia.
Esa convicción da como resultado, en mi caso, historias locales imbricadas -como Pierre Vilar delataba- en la historia personal de uno mismo o detalladas indagaciones sobre cuestiones pequeñas, aunque no menores, alejadas de la relevancia académica.
Historiador y escritor, sus ámbitos de trabajo profesional son la gestión cultural, la participación ciudadana, el diseño de estrategias de desarrollo territorial y la investigación histórica