HISTORIA

La herramienta historiográfica esencial creo que es más la lupa que el catalejo. No sé si es vocación rural o condicionamiento de fuentes, pero considero la microhistoria la escala adecuada para el ejercicio de la historia.
Esa convicción da como resultado, en mi caso, historias locales imbricadas -como Pierre Vilar delataba- en la historia personal de uno mismo o detalladas indagaciones sobre cuestiones pequeñas, aunque no menores, alejadas de la relevancia académica.

«Una visita», 1860. Carl Spitzweg (1808-1995)